Saludos cordiales, a continuación mi reflexión sobre la semana ocho, Mindfulness y compasión.
Mindfulness y compasión nos invita a despertar atención compasiva en nosotros. Ser compasivo nos permite sentir el dolor ajeno. Nos pone en el lugar del otro. Sentir lo que la otra persona siente. Comprenderle y actuar de manera empática. Por naturaleza el ser humano está llamado a ser compasivo. Por ende, debemos cultivar y despertar la compasión en nosotros, siendo compasivos con nosotros mismos para poder ser compasivos con los demás.
Para concluir, confieso cuando escuché sobre el curso me sentía algo abrumada por los trabajos pendientes académicos que tenía en ese momento, además, se agregaba los quebrantos de salud y unas vacaciones comprometidas de seis semanas. Pues, literalmente mi mente procesó toda esa información al unísono. Es decir la mente estaba dando respuesta inmediatamente luego de haber recibido la información. Simple, estaba en piloto automático.
Así es, me di cuenta de esa reacción cuando leí la primera lección del curso: Introducción al Mindfulness. Pues tal como se aborda la primera lección, de manera automática respondemos y hacemos actividades sin darnos cuenta. Nos sumergimos en la prisa y la mecanicidad diaria. Ya que usualmente estamos en “modo hacer”.
En definitiva, este curso me ha servido además de introducirme de manera teórica al Mindfulness, incorporar las prácticas de cada semana con el propósito de crear nuevos hábitos rutinarios para observar y modificar nuestra personalidad. Respirar conscientemente, meditar es una acción liberadora, te llena de satisfacción, de paz, bienestar, compasión y amor.
Muchas gracias por esta maravillosa oportunidad para seguir estudiando y aprendiendo.
Que gusto y que bueno estar aquí, gracias mil,
Anny